Aloe Vera |
Descripción: Se trata de una planta perenne, originaria del Sur de África, cultivada también en muchos países tropicales y subtropicales.
Los hijos, suelen tener manchas blancas cuando estos son pequeños, que van desapareciendo a medida que van creciendo y van haciéndose mayores. En la primavera, cuando la planta tiene dos o tres años, le crece una vara con uno o más extremos, y de estos cuelgan flores amarillas.
Cuando hacemos un corte en la hoja, en más o menos cantidad, se puede observar que segrega un líquido amarillento verdoso, entre la pulpa y la piel: es el server, un elemento que antiguamente se usaba en la elaboración de fórmulas magistrales. El olor y el gusto son amargantes. Se ha de ir con mucho cuidado, con la ropa, porque las manchas de server, son muy difíciles de limpiar. Historia El Aloe Vera se ha usado a lo largo de la historia de la humanidad, hasta nuestros días, tanto en el tratamiento de enfermedades como en la cura de la piel y del cabello. La Biblia habla frecuentemente del Aloe. En el Siglo I d.c. Dioscorides describió extensamente el Aloe en su Herbolario Griego y también de sus virtudes medicinales y cosméticas. Alejandro Magno conquistó la isla Socotorra, al sur de Arabia, porque se encontraba gran cantidad de Aloe, que serviría para la curación de heridas y enfermedades de sus soldados durante las conquistas.
Propiedades •Nutritivo Preparación y modo de empleo Se utilizan las hojas cortadas y aplicadas directamente sobre las quemaduras o cicatrices para acelerar la regeneración de los tejidos. También se emplea como tónico, mezclado con zumos naturales de frutas. En este caso se pela la hoja y se sumerge su gel en agua para quitar la aloína, que resulta laxante.
Se corta el trozo a emplear, se quitan los bordes espinosos, la piel se separa y se usa la pulpa, tanto por vía interna como externa.
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